ADRIANA
Hoy siento que mi cabeza explotara en cuestión de segundos de
tanto pensar, por que una de las cosas
que tiene la humanidad es la habilidad de pensar podría ser la habilidad de
volar, no, nos han tenido que dar un cerebro para que nos matemos pensando.
Entre la llamada de Sam del otro día, el hombre atractivo del
bar que ha resultado ser mi jefe y este proyecto que me ha encargado el señor
Thomson, mi vida es como un ajedrez si haces cualquier movimiento en falso sin
pensar, jaque mate. Estoy cansada de darle vueltas al asunto y comerme la
cabeza, no entiendo que es todo esto,
una cámara oculta o no lo sé la verdad, solo sé que tengo muchísimas ganas de
volver a casa y estar con mi familia, mi hermano pequeño Lucas, con el que
hablo cada jueves después de que haya salido del colegio, mi mamá Luxy y a sus
comidas, y mi abuela Catrina, la echo tanto de menos, hablo con ella por
teléfono de vez en cuando pero últimamente la he notado rara, me da la
sensación de que algo no va bien espero que no le pase nada no sé qué haría sin
esa viejita a la que amo, y después esta Sam, mi Sam echo tanto de menos
nuestras conversaciones largas y nuestras discusiones.
Entonces llaman a la
puerta y me sacan del trance en el que estaba, espero que sea un mensajero o un
vecino por que las pintas que tengo ahora mismo, con el pijama corto rosa de
seda y el moño desecho no estoy para recibir a nadie, de todos modos me pondré
la bata rosa de seda a conjunto con el pijama, me pongo las zapatillas de estar
por casa y voy hacia la puerta, entonces escucho una voz.
-¡¡Vas a abrir o que‼
—Grita.
Antes de abrir ya me estoy temiendo quien es, entonces abro
la puerta y le digo:
-Quieres dejar de gritar verdulero mis vecinos se enfadaran.
-La verdad es que no me importa mucho, ¿que estabas haciendo,
has tardado mucho en abrirme?
-No sabía quién eras, así que me estaba poniendo la bata y
las zapatillas, anda pasa ya y dime brevemente que quieres que tengo mucho
trabajo por hacer Erik.
Erik es uno de mis mejores amigos aquí, es un compañero del
trabajo, al principio tuvimos algo, nos
liamos pero no llegamos a mas, aunque es un chico guapo, alto, fuerte, moreno y
muy simpático y siempre me saca una sonrisa, nunca podríamos tener nada, su
novia (Britani) y yo somos bastante amigas, de hecho ella es mi secretaria,
menos mal que nunca se enteró de nuestro lio, pero de todos modos eso no
volverá a suceder.
Entonces Erik coge una silla y se sienta del revés, mirando
para el respaldo de la silla.
-Pues mira estaba pensando que como el Sábado es el cumple de
Briti (mi novia) pues podríamos organizarle una sorpresa para su cumpleaños
¿Qué te parece?
-Me parece estupendo siempre y cuando no me pongan mucho
curro para el finde, pero vamos bien, y ¿Dónde quieres hacerle la sorpresa?
-Había pensado en llevarla al local ese que le gusta tanto,
lo reservamos para nosotros y montamos la fiesta allí.
-Genial, y ¿cuanto hay que poner por persona?
-Nada lo pago yo, es una sorpresa que le quiero dar, pero sí
que podríais entre todas sus amigas hacerle un regalo que le guste para
sorprenderla.
-Eso está hecho —Digo con una sonrisa de ternura y simpatía a
la vez.
La verdad es que me parece muy bonito lo que Erik quiere
hacer por ella, se nota que la quiere de verdad, llevan ya casi 1 año juntos y
parecen que están hechos el uno para el otro, dan una envidia, aunque cuando pienso en tener una relación
medan un poco de arcadas.
–Bueno lárgate ya que tengo muchas cosas que hacer.
-Vale, vale ya me voy y no trabajes tanto señora directora
—Dice con tono sarcástico.
Entonces lo acompaño hasta la puerta, me despido dándole dos
besos y me vuelvo a poner con el proyecto, ahora mismo, esto es lo último que
me faltaba, otro problema ,ahora a comerme la cabeza para hacer el grupo de
WhatsApp, y pensar que le regalamos. Lo dicho pensar, pensar y más pensar… Me
voy a poner con el proyecto, porque cuanto antes termine con esto antes podre
ponerme a comerme la cabeza con el regalo de Brit, pero antes voy a echarme una siesta.